Blogia
Sueños de un Pergamino

Solitario

¡Eh, luna! ¡Que callada estás! ¡cuéntame algo! Qué apagadita te veo. Si me hablaras seguro que me sorprenderías con una hermosa voz, porque además de bella, estoy convencido de que tienes por voz, música celestial; hagamos un dúo y seamos una misma estrella.

Quisiera que fueras mi amiga, que me acompañases, porque no puedo dormir. Siempre estoy a dos velas. Te observo para que no me duela el tiempo. Tengo cantidad de problemas en la cabeza, que no tienen solución. ¡No puedo hacer nada!

Me pesa mi destino. Moriré sin nadie a mi lado. Me gustaría tener a alguien para consolarme, pero no me quieren, la gente pasa de mí. Cada vez que me ven apartan los ojos como si fuera un bicho asqueroso; sin embargo, tú eres adorada por todos. Te envidio luna, te envidio y te amo a la vez

¿Me ves luna? ¿Me escuchas? Seguro que me ves como algo que se deshace en el tiempo, que me apagaré como una vela. No, no soy soluble ¡No será así! Mi muerte causará mucho dolor. Daños irreparables para la humanidad, en todo lo que me rodea. Llegará lo inevitable.

¡Te das cuenta! ¡Sólo me quieren por conveniencia! “Te tengo porque no hay más remedio” ¡Es increíble lo ligados que están a mí!

No puedo más. Quisiera que me mirara la gente, así de extasiados como cuando te observan a ti; que lucharan por ponerme una bandera; que los poetas se inspiraran con mis rizos dorados; quisiera que me tuvieran más estima porque no puedo dormir, no tengo noche y lo único a quien tengo cerca es tu visión que me enloquece.

Estoy sólo, soy un solitario, acabaré soltero. Tu no me hablas y mi declaración amorosa parece un soliloquio.

Resulta irónico, pero la única vez que me admiran es cuando te pones encima, ya sabes, cuando hacemos eclipse. Esto me da rabia... pero me gusta... ¿lo intentamos de nuevo?

0 comentarios